Vale, si te roza el flanco exterior ya tiene más sentido. Puedes plegar los nervios de los pasos de rueda, ensanchar carrocería, cambiar neumáticos por unos más estirados o de menor diámetro, añadir caídas, dureza o altura en la suspensión.
Obviamente, lo ideal sería tocar carrocería en lugar de modificar geometría de suspensión o medida de neumático. Pero cualquiera de esas opciones sirven para evitar roces.