OK, no lo habia considerado así con respecto al 5G. Lo tendré en mente.
Acabo de hablar con el compra-venta por el tema alerón. No tiene y me gustaría ponerle el de serie. Pero claro, me ha dicho que tendría que ir a buscarlo a un desguace, ponerlo e ir a una Toyota oficial a homologarlo.
Serían unos 150€ aprox. creo, ¿verdad? (la homologación) ¿Lo montarían allí, tengo primero que tener la homologación y luego ir a un taller a que lo monten? O cómo va. Más el alerón, ¿serían unos 300€?
He visto que tampoco es muy complicado ponerlo, pero no tengo herramientas ni tampoco mucha maña para estas cosas. Más adelante miraría cómo meterle mano en cosas menores, pero al principio experimentos mejor con gaseosa.
Nos leemos = )
A mí es que los compra venta no me gustan. ¿De qué zona eres? Igual podríamos buscar unidades cercanas a tu zona que te podrían interesar ver. También sería interesante saber tu presupuesto.
Gracias a to2. Soy de Alcalá de Henares. Unidades restyling hay poquísimas. Al menos con precios hasta 4.000€.
Los compra-venta a mí tampoco me gustan nada. Pero éste me ha dado la confianza "suficiente": después de ir a verlo (fue casualidad al saber que tenía uno en venta, llamé por uno que había vendido pero le había entrado otro) aún no me ha dejado probarlo porque quiere limpiarlo, tapizar el asiento del piloto, y tenerlo varios días para exprimirlo y ver si da algún fallo, pues tiene que dar un año de garantía de motor y caja. Sabe bastante del modelo (tuvo uno que compró nuevo bastantes años).
En principio había renunciado a comprar un Celica hasta ver una buena oportunidad (esperando semanas, meses, lo que hiciera falta), pero salió esto y es bastante posible que lo coja.
Tema alerón, tendré en cuenta lo que me indicáis. ¿Recomendáis ir a un desguace o comprarlo online? ¿Veo que está entre 100€-150€?
Para acabar: me quedé loco al ver hace unos días (no tenía ni idea) cómo Toyota nombra sus modelos en base a algunos conceptos/elementos/ideas... Que nuestro modelo favorito tenga su origen en la palabra latina caelĭcus
https://dle.rae.es/c%C3%A9lico, personalmente, me inspira un montón.
Desde hace unos años la cultura del automóvil en España parece ha ido cambiando hacia demandas más orientadas a la conectividad, apartados multimedia o el hecho de tener un fácil acceso y salida del coche (SUVs), entre otros. Parece que muchos jóvenes no encuentran especialmente atractiva la idea (al menos no en la misma medida que hace unos 10-15 años) de sacarse enseguida el carnet, tener un coche y disfrutar de todas las posibilidades que te ofrece. Seguramente influyen muchos factores, como el hecho de tener al alcance muchos más medios de entretenimiento, poder descubrir otros sitios a través de las nuevas tecnologías, o la irrupción de modelos alternativos de transporte.
Pero para los que verdaderamente nos gusta conducir, para los que nos arranca una sonrisa escuchar el sonido de un motor como el de nuestro (vuestro, hasta que me haga con uno) coche, para los que damos un respingo cuando vamos por la calle porque, de repente: «¡Anda, un Celica!»; que este Toyota tenga en su origen ese espíritu libre, esa imagen asaeteada y ese carácter que tan especial, hacen que merezcan la pena muchas cosas. Al menos para mí. Merece la pena "arriesgar" la entrega de un coche aburrido pero fiable. Merece la pena hacer un esfuerzo económico personal. También hace que merezca la pena escuchar comentarios contrarios a la compra del Toyota. E igual que la merecen tantas otras cosas cuando vemos nuestra vida en perspectiva y podemos ser conscientes de que son muchas más las cosas que sí tenemos, considerando las que no.
Yo quiero tener un Celica porque más aún en este 2020 de mierda que nos está tocando, algo tan insignificante como pudiera ser este coche, representa PARA MÍ el hecho de que a pesar de todo, a veces podemos encontrar un pequeño remanso de alegría, un refugio de disfrute y un rato, aunque sólo sea un rato, de felicidad. Creo que este coche será capaz (entre otras cosas) de ayudarme en algunos momentos de tristeza o de bajona. Y es que creo que, por ejemplo, cuando me toque doblar en el trabajo y esté saturado y harto de todo, al salir y fichar ya no importará nada. Porque de mi casa ya sólo me separarán cincuenta kilómetros de relax. Cincuenta kilómetros de paz. De desconexión. De alegría. De libertad.
Cincuenta kilómetros de carretera, mi Célica y yo.
Un abrazo.