1. Lavado y secadoEl lavado es el proceso más importante dentro de un proceso de detallado ya que será el proceso que más veces llevemos a cabo durante la vida de un coche, por lo que es imprescindible que dominemos la técnica a la perfección ya que es el proceso que nos servirá de base para el resto, cualquier otro proceso que hagamos no tendrá buenos resultado e incluso puede crear daños, si no partimos de una superficie en buen estado y no se realiza correctamente.
Al igual que ocurre con la mayoría de procesos, esta tarea debe llevarse a cabo a la sombra y con las superfícies a tratar frías. Realizar esta tarea al sol o sobre una superficie excesivamente caliente, hará que los productos se sequen prematuramente, lo cual puede tener resultados desastrosos. El lavado debe realizarse porsteriormente a la limpieza de llantas y neumáticos porque éstas suelen ser las zonas más sucias.
El proceso lo podríamos dividir en:
- Prelavado: Su finalidad es la arrastrar las partículas de suciedad de mayor tamaño y más adherida que son las que mas daño pueden hacer en el paso del lavado (barro, excrementos de pájaros, etc.) y paralelamente ablandar el resto de suciedad para facilitar su posterior retirada. Es recomendable sobretodo si el coche está extremadamente sucio.
Este proceso consiste simplemente en rociar toda la superfície con agua, empezando por el techo y hacia abajo de manera que por la gravedad, el agua arrastre las partículas mas grandes. Podemos utilizar incluso algún champú espumante.
- Lavado: El proceso consiste en empapar el guante de lana en el cubo de agua con el champú adecuado, limpiar una parte de la superficie y posteriormente aclarar el guante en otro cubo con agua limpia antes de volver a introducirlo de nuevo en el cubo con champú (cabe destacar en este punto que una mayor concentración de champú no equivale a una mayor limpieza, puede incluso resultar contraproducente).
De esta manera nos aseguraremos de que el guante no acumula demasiada suciedad, y que esta permanece en el cubo de agua sola, evitando que cuando posemos el guante sobre la pintura, lo hagamos arrastrando partículas de zonas anteriores y minimizamos la posibilidad de crear arañazos.
Tendremos en cuenta que siempre debemos empezar de arriba a abajo y de las partes más sucias a las más limpias. De esta manera evitaremos que la suciedad que desprendamos de las partes superiores se deposite sobre zonas que ya hayamos lavado y el champú irá cayendo por gravedad a zonas más bajas ofreciéndonos una correcta lubricación.
La presión que realicemos con el guante debe ser mínima, apenas el peso de la mano sobre la superficie para evitar la creación de arañazos. Es importante recordar aclarar el guante y volver a empaparlo en agua con champú cada poco tiempo para asegurarnos de tener la lubricacion adecuada durante todo el proceso.
- Aclarado: Aclararemos con agua una vez terminado el lavado, asegurándonos de retirar todos los restos de champú (ya que una vez secos pueden dejar marcas en la pintura), comenzando por el techo y bajando.
- Secado: Un error muy común y que puede arruinar el proceso de lavado en este punto, es el de dejar secar el coche al aire, o hacerlo circulando. Una superfície húmeda actúa como un imán para el polvo y demás contaminantes del ambiente, que quedaran atrapados en las moléculas de agua y pueden dejar marcas, pudiendo incluso penetrar en las capas exteriores de la pintura. Este efecto se ve agravado si el aclarado no ha sido correcto o en zonas donde el agua tiene gran cantidad de cal. Es muy típico ver coches con marcas de cal incrustadas en la pintura debido a que se dejó secar al sol.
El secado se realiza mediante el uso de toallas de secaso de microfibras preferentemente (el uso de toallas domésticas, bayetas u otros accesorios puede producir arañazos) con lo que nos aseguraremos de retirar todo el agua sin dejar rastros ni pelusas. Podemos usar dos tecnicas distintas: Arrastre y posado.
La técnica de arrastre consiste en extender la toalla completamente sobre la superfície, empezando por el techo y tirando de las puntas de la misma hacia el morro del coche, sin realizar ningún tipo de presión.
Para la técnica del posado, situaremos la toalla sobre la superficie y presionaremos en toda su extensión con la palma de la mano, de manera que será el efecto absorbente de la toalla el que se encargue de retirar el agua. De esta manera nos aseguraremos de realizar el proceso de secado sin ningún tipo de fricción.
**Resumen para vagos: Llantas y neumáticos:El primer paso siempre es remojar la zona a detallar para eliminar los residuos más superficiales y ablandar la suciedad mas adherida.
En caso de que la capa de ferodo sea muy densa o se encuentre muy adherida, es posible usar un limpiallantas, pulverizándolo en seco sobre la llanta y dejándolo actuar durante unos segundos antes de remojar. En todo caso, conviene ser muy estrictos con el tiempo de aplicación indicado por el fabricante, ya que se trata de un producto muy fuerte.
Una vez mojado y aplicado el limpiallantas procederemos a limpiar la llanta usando un cepillo de suficiente tamaño para entrar entre los radios, asegurándonos de desprender toda la suciedad. Para las tuercas, podemos utilizar un cepillo de tamaño reducido convenientemente empapado en agua con champú.
A continuación, podemos limpiar la llanta con un guante de microfibras y el mismo champú utilizado para la carrocería. En caso de que la llanta no esté muy sucia, podemos realizar directamente este paso, saltándonos el limpiallantas.
Una vez aplicado el champú, procederemos a aclarar con abundante agua y secar con microfibras, para evitar la formación de gotas que puedan dejar marcas sobre la superficie.
Un sellante de llantas es un producto que creará una película protectora sobre las llantas. Está especialmente diseñado para aguantar las temperaturas y condiciones que pueden alcanzar estas piezas, nos dará un acabado extra, además de evitar que la capa de ferodo que se desprende de las pastillas de freno se deposite sobre el lacado de las llantas. De esta manera, una vez aplicado el sellante la limpieza de las llantas será mucho más sencilla, bastando con un lavado con champú de carrocería, ya que el ferodo no se adherirá a la llanta.
La aplicación de este tipo de sellantes se realiza de manera muy sencilla, simplemente se trata de extender una finísima capa de sellante usando una microfibra o un aplicador, y retirándolo posteriormente.
Una vez hayamos terminado el detallado de llantas, podemos pasar a trabajar sobre los neumáticos para dejar como nuevas nuetras ruedas.
Para detallar los neumáticos, como siempre empezaremos por remojar la superficie con agua, si es posible a presión, para desprender la suciedad más superficial y ablandar el resto, frotaremos con un cepillo y aplicaremos un limpiador específico para neumáticos y dejaremos actuar según el fabricante.
En este proceso debemos tener en cuenta que siempre debemos aplicarlo fuera de la banda de rodadura. Aplicarlo directamente sobre la zona que está en contacto con el suelo, además de ser una pérdida de tiempo, puede alterar la adherencia del neumático en sus primeros kilómetros.
**Resumen para vagos: