Hay gente que tapa la luz con un trocito de cinta alislante y ya está; en todo caso, resulta muy conveniente que la luz funcione y sea visible, es muy peligoso quitarla o anularla.
Si vemos que la luz se enciende con más frecuencia de lo normal, sabremos que el aviso no es por el supresor, sino por otro tipo de problema que tiene el coche, y podremos mirar con el ordenador qué es lo que pasa. Pero si no tenemos la luz para que nos avise, y no actuamos a tiempo, el problema puede derivar en una avería más grave.