Yo creo que lo que le ha matado no ha sido la heroína, sino su fulgurante éxito internacional, seguido de una crisis creativa sin solución
Su caso me ha recordado al de Kurt Cobain, líder de Nirvana: Primer disco que pasa casi despercibido, bombazo mundial con el segundo, incapacidad de repetir éxito con un tercer disco, y finalmente... muerte.
Poco antes de su suicidio, Kurt Cobain declaró en una entrevista que él admiraba profundamente a músicos como Michael Stipe (líder de REM), capaces de crear docenas de grandes canciones de manera ininterrupida a lo largo de años y años.
Él reconocía haber llegado al límite de su capacidad creadora, y estar sumido en una profunda depresión, y al poco tiempo, decidió quitarse la vida volándose la cabeza con una escopeta. Kurt era heroinómano, y podría haber tomado el camino fácil de la sobredosis, pero prefirió usar la escopeta para que no quedase ninguna duda de lo que lo suyo había sido un suicidio voluntario, y no algo accidental.
Amy también se ha suicidado; podría haber usado una escopeta, o haberse tirado desde un balcón, porque las drogas en este caso son algo casual. Lo que realmente le ha matado es su incapacidad de asumir que su mediocridad como artista le hacía imposible estar a la altura de tan apabullante éxito.
Son artistas de bajo nivel, que por una mezcla de márketing y suerte, son encumbrados a un podio en cual no tienen capacidad suficiente para mantenerse, pero al que se sienten incapaces de renunciar, tras haber probado las mieles de un éxito tan fugaz como inmerecido.